Colores de otoño para tu jardín (1ª parte)

Con sus amarillos, anaranjados y rojos, las hojas de las caducifolias convierten el otoño en una fiesta. Son muchas las especies que puedes lucir en tu jardín o terraza por tamaño, tonalidades, o por detalles como continuar en flor mientras el follaje cambia de color...

En noviembre, el Ginkgo biloba ofrece todo su esplendor dorado. Este árbol de espectacular otoño es tan bello como resistente... lo que explicaría su longevidad (puede vivir más de mil años) y su supervivencia como especie.

Todas las caducifolias hablan del paso del tiempo y el eterno ciclo de la Naturaleza. Pero algunas de ellas lo hacen espléndidamente, convirtiendo el otoño en un espectáculo. El follaje verde de verano se pinta de tonos amarillos, anaranjados, rojos... en una sinfonía que algunas especies inician en septiembre, incluso mientras siguen dando flor; otras en octubre, a la vez que maduran los frutos, y las últimas en noviembre y diciembre, en secuencias que duran unas pocas pero magníficas semanas...

En un jardín pequeño, un patio o una terraza también se pueden cultivar caducifolias de bella otoñada si se escogen las especies adecuadas.
No hace falta contar con un arborétum para disfrutar en casa de los colores del otoño. En un jardín pequeño, un patio o una terraza también se pueden cultivar caducifolias de bella otoñada si se escogen las especies adecuadas. Lo ideal es equilibrar la presencia de plantas de hoja perenne, que aseguran una gran estabilidad cromática a lo largo del año, con otras de hoja caduca que estallen en otoño, para evitar la monotonía y conseguir un espacio estimulante.

En este artículo te contamos las singularidades de 13 especies, entre árboles, arbustos y vivaces, con las que podrás conseguir esas vibrantes pinceladas de otoño. Consulta en tu centro de jardinería cuáles son las más aptas para tu jardín o terraza. Y no olvides el efecto que puedes lograr con las gramíneas, cuyos tonos dorados y tostados resultan tan atractivos en esta época.

RADIANTE AMARILLO

El amarillo de las hojas de los ginkgos y abedules no tiene rival. Entre los arbustos, la Amsonia hubrichtii, con sus contornos imprecisos, mezcla a la perfección con otras vivaces en plantaciones de efecto impresionista.

• Ginkgo Ginkgo biloba.

El magnífico dorado de los ginkgos es un fenómeno que se repite con espectacularidad cada mes de noviembre. Pero, además, este árbol se adapta a todo tipo de suelos, la contaminación urbana, el frío extremo, el calor y la sequía. Existen variedades enanas, horizontales, columnares y péndulas. Eso sí, no lleva bien vivir en contenedor.

• Altura: 20-30 metros.

• Rusticidad: -40º (zonas 3-10).

• Exigencias: Pleno sol. Riegos profundos y espaciados cuando es adulto. Cualquier suelo bien drenado. No precisa cuidados. Resiste las plagas.

Ver ficha .

• Amsonia

Amsonia hubrichtii

Esta vivaz originaria de Arkansas, donde la llaman blue star por sus ramilletes de flores de primavera en forma de estrellitas azules, luce un espeso follaje plumoso, formado por hojas lineares muy finas de color verde claro brillante que se torna amarillo en otoño.

• Altura y extensión: 60-90 por 60-90 centímetros.

• Rusticidad: -29º (zonas 5-8).

• Exigencias: Pleno sol o sombra parcial. Riego moderado. Sustrato medianamente rico, bien drenado. No requiere cuidados.

• Abedul blanco

Betula alba

La silueta ligera de los abedules resulta bella todo el año, pero en otoño el follaje verde claro se vuelve dorado contrastando delicadamente con su corteza blanca. Existen variedades péndulas e incluso una enana que no llega al metro de altura. Crece rápidamente.

• Altura: 10-30 metros.

• Rusticidad: -40º (zona 3).

• Exigencias: Pleno sol o sombra parcial. Todo tipo de suelos, pero mejor si es ácido, fresco, rico y bien drenado. Es exigente con el riego.

AL ROJO VIVO

Los vibrantes rojos y anaranjados del follaje otoñal componen un espectáculo natural en el que deslumbran los arces, entre ellos los pequeños arces japoneses ( Acer palmatum), tan de moda, y el liquidámbar (Liquidambar styraciflua). A ellos se suma el resistente pistacho chino.

• Pistacho chino Pistacia chinensis

Ideal para patios y jardines pequeños, este arbolito nativo de China luce hojas compuestas pinnadas de 20 a 30 centímetros, de color verde oscuro, que ganan unos tonos intensamente anaranjados en otoño. Tolera la sequía, el calor, el frío extremo y la contaminación. Sus frutos no son comestibles. • Altura y extensión: 9-12 por 4-6 metros. • Rusticidad: -23º (zonas 6-9). • Exigencias: Pleno sol; no vive bien en la sombra. Cualquier tipo de suelo. Riego escaso o moderado. Exige un nivel medio de cuidados.

TODO UN ARCOIRIS

• Árbol de hierro Parrotia persica

Este pequeño árbol de origen persa es un dechado de cualidades estéticas: tiene una bella estructura, una corteza escamada de tonos grises y asalmonados, en cada hoja se mezclan en otoño pinceladas verdes, amarillentas, anaranjadas y rojizas, y da racimos de flores con estambres rojizos muy llamativos en invierno. Eso sí, solo es apto para las regiones de la mitad norte de España con una sequedad media. Crece lentamente.

• Altura y extensión: 6-12 por 4-6 metros.

• Rusticidad: -23º (zona 6).

• Exigencias: Sol suave o sombra ligera. Soporta mal el calor fuerte y la sequía. Riego regular. Prefiere los sustratos ácidos, fértiles, de textura compacta, humedad media y buen drenaje. Resiste el viento y la contaminación urbana.

Ver 2ª parte.

Hojas rojas y doradas: la gran fiesta del otoño,

Descubre los arces autóctonos,


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